Profanar lo contaminado también es la tarea de la poeta. Abrir la entraña del paisaje interno es solo la consecuencia de esta ceremonia. Ale Ajoy prepara la última cena para el último decreto que abriría el portal del nuevo siglo. Con las trompas de fuego y flores, un útero amazónico y vidente engendra una profecía.
Aquí, el avistamiento de dragones afila la ciencia milenaria de conjurar lo que una vez fue terror en un festín de furia.
Soy lo que se gesta a sí mismo en la descomposición de lo que fue/ nos revela uno de sus poemas (o quizá mejor nombrarlos alimañas mitológicas). Esta bicha reptiliana y hembra se camufla en el hostil planeta de los hombres; abonando sus jardines con bouganvillias mutantes y baños lunares. Se hace preguntas como libando tierra fértil. Es una cazadora de la oscuridad.
Las orquídeas por fin han florecido y piensan quedarse. Este es el tiempo para el hechizo de la sa-cerdotisa: es el tiempo para lo sacro.
- Alelí Prada